Una llave de proximidad, también llamada smart key o keyless, es un dispositivo que permite abrir, cerrar y arrancar el coche sin insertar una llave en el contacto ni presionar botones. Funciona a través de una señal de radiofrecuencia de baja potencia que se comunica con unos sensores instalados en el vehículo. Cuando la llave de proximidad se encuentra dentro de un rango de proximidad, el coche detecta su presencia y, al tocar un sensor específico, se desbloquea. Para arrancar el motor, basta con pisar el freno y presionar un botón de encendido.